Lina, una maestra de colegio y Miguel un gran productor audiovisual, se conocieron desde niños. Iniciaron con una especial amistad que perduró por algún tiempo, pero que pronto se convirtió en un bello noviazgo.
Durante su relación compartieron muchísimas experiencias que hoy les trae los mejores recuerdos, especialmente las que vivieron en la iglesia y el club de conquistadores, Eben Ezer de la iglesia central de Bogotá.
Con el tiempo terminaron sus estudios escolares e iniciaron con sus carreras, siempre apoyándose mutuamente. Hoy son dos profesionales apasionados por lo que realizan.
Lina y Miguel me hablaron para ser su fotógrafo con mucho tiempo de antelación y estaban dispuestos a trasladarme desde Medellín a Bogotá. Esto lo valoro inmensamente pues me permitieron realizar mi primer boda en Bogotá y en la iglesia de mi infancia. Por supuesto, por el honor que me dieron de ser su fotógrafo. Ya sabes, estás hablando con profesionales que tienen un ojo preparado visualmente. Y es que aunque Lina no realiza actividades de producción de manera profesional, sí lo hace en todo el apoyo que le da a “Miki” (como le dicen sus amigos).
Algo que me encantó ver en la preparación de su boda fue la decoración. Por su propia iniciativa se decidieron en crear una temática relacionada con las grullas. Y se pusieron manos a la obra, doblando en papel más de 1.000 grullas, y creo que por ahí pasó la cuenta. Imagínate el trabajo y la destreza que adquirieron. Y si me preguntas si valió la pena, mi respuesta es un rotundo SÍ. Grullas decorando cada espacio en el lugar de la ceremonia y recepción, e incluso cada invitación personalizada.
Fue el momento de la ceremonia, cargada de muchos sentimientos, alegrías y lágrimas de felicidad. Amigos y familiares reunidos y disfrutando de la unión como esposos de quienes fueron grandes amigos y compañeros por tanto tiempo.
Quiero decir que estas bodas me encantan. Se casaron en la mañana, luego compartieron un aperitivo con todos sus invitados, una recepción corta, pero muy especial y, lo más especial, la tarde la destinaron para realizar su sesión de pareja. Así, sencillo, pero completamente especial. Como los son Lina y Miguel.
Finalmente, cerramos con la sesión acompañados de un sol radiante sobre las montañas de Bogotá. Lina y Miguel me contaron sobre su especial afecto por el centro de la ciudad, donde compartieron gran parte de su noviazgo. Cada punto por visitar tenía algo especial que contar sobre sus experiencias. Ahora en el momento de su boda querían quedar con el bello recuerdo del lugar donde su amor se fortaleció.
Qué mejor lugar para encontrar colores y sombras, la magia del centro de la ciudad en el barrio La Candelaria. Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí puedes ver los detalles de esta boda tan especial para todos.
[…] Boda Lina + Miguel […]